¿Sabías que, según las estadísticas notariales, sólo el 15% de los españoles hacen testamento antes de morir?

Esto significa que una gran parte de la población no gestiona el destino de su patrimonio, lo que puede provocar conflictos entre los familiares en el momento de la defunción.

La forma más sencilla de evitar estos problemas es hacer testamento, dejando constancia de quien recibirá los bienes muebles o inmuebles cuando se produzca la muerte. Cuanto más detallado sea el testamento, menos margen de conflicto habrá entre los herederos. Es importante hacer constar quiénes son los beneficiarios, qué título ostentará cada uno respecto a la herencia, qué recibirán y en qué porcentaje.

Para que el testamento sea eficaz, es necesaria una buena planificación que tenga en cuenta las circunstancias personales y económicas tanto del testador como de los beneficiarios.

De esta forma, se puede facilitar en el futuro una tramitación hereditaria sin complicaciones.