Los pactos sucesorios son una herramienta jurídica a través de la cual podemos disponer nuestra sucesión, es decir, plasmar nuestra herencia, sea de forma parcial o absoluta. Esto significa que el pacto sucesorio puede contemplar sólo la institución de heredero o bien la institución de heredero y la disposición de todos o sólo algunos bienes.

El pacto sucesorio es esencialmente bilateral, esto significa que debe intervenir tanto el otorgante como el/los beneficiado/s por éste y éste se exige para revocarlo o modificarlo. Por tanto, para cambiar o revocar un pacto sucesorio entendido como contrato, deben intervenir de mutuo acuerdo todos los participantes.

Otra especialidad de los pactos sucesorios es que, si bien en ella se regula la sucesión y, en consecuencia, su eficacia se produce con la muerte del causante, puede incluir adjudicaciones en vida del causante, las cuales tendrán eficacia desde la formalización del pacto.

Como podemos ver es una herramienta muy interesante que nos proporciona el derecho de sucesiones y cuya formalización puede ser adecuada en determinadas herencias.