Cuando una persona fallece dejando una vivienda hipotecada o un patrimonio con deudas, los acreedores pueden enfrentarse a una ejecución hipotecaria larga y costosa. Sin embargo, la ley ofrece una opción más ágil y estratégica: el Concurso de Acreedores de la Herencia Yacente.
El Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC), en sus artículos 567 y 568, permite declarar en concurso la herencia mientras no haya sido aceptada ni repudiada por los herederos. Durante este periodo, la herencia se considera un patrimonio independiente, capaz de someterse a concurso sin comprometer los bienes personales de los herederos.
Además, si el heredero es quien solicita el concurso, la ley presume que acepta la herencia a beneficio de inventario, lo que significa que no responderá de las deudas del difunto con su propio patrimonio.
Otro aspecto clave es el efecto paralizador del concurso. Según el artículo 144 delTRLC, la declaración de concurso suspende todas las ejecuciones singulares, incluida la ejecución hipotecaria. El crédito del banco pasa a integrarse en el concurso, lo que permite una gestión global y, en la práctica, más rápida que la vía ejecutiva hipotecaria tradicional.
Dentro del concurso, el crédito hipotecario se considera crédito con privilegio especial (art. 270 TRLC), circunstancia que otorga al acreedor prioridad sobre el valor del inmueble hipotecado. Si después de la venta queda deuda pendiente, el resto se califica como crédito ordinario o subordinado, según los casos.
En la fase de liquidación, el administrador concursal puede recurrir a diferentes mecanismos bajo control judicial: La venta directa del inmueble, la subasta judicial o extrajudicial o la dación en pago. Estas fórmulas permiten una liquidación ordenada y transparente, maximizando el valor del patrimonio y garantizando el pago equitativo a los acreedores.
En definitiva, el concurso de la herencia yacente no solo protege a los herederos, sino que ofrece una alternativa más rápida y eficaz frente a la ejecución hipotecaria. Contar con asesoramiento especializado en Derecho Sucesorio y Concursales clave para aplicar correctamente esta opción y asegurar el mejor resultado posible.
Concurso de Acreedores de la Herencia Yacente: una alternativa eficaz ante las Deudas Hipotecarias
Cuando una persona fallece dejando una vivienda hipotecada o un patrimonio con deudas, los acreedores pueden enfrentarse a una ejecución hipotecaria larga y costosa. Sin embargo, la ley ofrece una opción más ágil y estratégica: el Concurso de Acreedores de la Herencia Yacente.
El Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC), en sus artículos 567 y 568, permite declarar en concurso la herencia mientras no haya sido aceptada ni repudiada por los herederos. Durante este periodo, la herencia se considera un patrimonio independiente, capaz de someterse a concurso sin comprometer los bienes personales de los herederos.
Además, si el heredero es quien solicita el concurso, la ley presume que acepta la herencia a beneficio de inventario, lo que significa que no responderá de las deudas del difunto con su propio patrimonio.
Otro aspecto clave es el efecto paralizador del concurso. Según el artículo 144 del TRLC, la declaración de concurso suspende todas las ejecuciones singulares, incluida la ejecución hipotecaria. El crédito del banco pasa a integrarse en el concurso, lo que permite una gestión global y, en la práctica, más rápida que la vía ejecutiva hipotecaria tradicional.
Dentro del concurso, el crédito hipotecario se considera crédito con privilegio especial (art. 270 TRLC), circunstancia que otorga al acreedor prioridad sobre el valor del inmueble hipotecado. Si después de la venta queda deuda pendiente, el resto se califica como crédito ordinario o subordinado, según los casos.
En la fase de liquidación, el administrador concursal puede recurrir a diferentes mecanismos bajo control judicial: La venta directa del inmueble, la subasta judicial o extrajudicial o la dación en pago. Estas fórmulas permiten una liquidación ordenada y transparente, maximizando el valor del patrimonio y garantizando el pago equitativo a los acreedores.
En definitiva, el concurso de la herencia yacente no solo protege a los herederos, sino que ofrece una alternativa más rápida y eficaz frente a la ejecución hipotecaria. Contar con asesoramiento especializado en Derecho Sucesorio y Concursal es clave para aplicar correctamente esta opción y asegurar el mejor resultado posible.
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