Cuando no existiera heredero, la sucesión se regirá por lo establecido en la propia ley, de modo que, en primer lugar, como en toda sucesión, se determinará la ley aplicable.

En caso de que sea aplicable el Código Civil Catalán, debemos saber que éste regula un orden de prelación a través del cual se designan ciertos parientes del causante quienes, por orden, serán posibles herederos.

Hijos o descendientes

• Cónyuge viudo o conviviente en pareja estable

• Ascendentes

• Parientes colaterales

• Generalidad de Cataluña

Cabe remarcar que la sucesión no se difiere a todos ellos por igual, sino que cada rama es excluyente de las demás, de acuerdo con los principios de preferencia que establece la propia ley.

En conclusión, cuando muere una persona sin haber dispuesto testamento, la sucesión se va difiriendo a una serie de grupos de parientes que establece la misma ley, en su defecto o en caso de que no puedan heredar, será diferida a la Generalidad de Cataluña.

Por esta razón, es necesario analizar todos estos grupos, para determinar finalmente quiénes son los herederos.